miércoles, 2 de agosto de 2017

Ser fiel al aliento de Vida

Ser fiel al aliento de vida que mora en nosotros es la única forma real y verdadera de existir. ¿Qué es ser fiel al aliento de vida? Cuando nos hemos perdido por el camino, cuando no encontramos argumentos para tomar decisiones, incluso cuando nuestros argumentos son contradictorios, o nuestros sentimientos son confusos, aún hay algo que nos puede ayudar a saber qué hacer, algo que se encuentra en otro nivel, no es el nivel emociones, ni el nivel racional, ni siquiera el conductual, sino el nivel álmico, a eso me refiero con ser fiel al aliento de vida. Cuando nos encontremos en un aparente callejón sin salida, es tan sólo eso, una apariencia, no es real, porque lo único real es aquello que te impulsa y te da vida. Es muy importante abrirse a esta comprensión. Al final se trata de aceptar la vida para poder transcender todo lo que resulta en principio incomprensible a la razón e incluso al corazón. Podemos contar con este recurso si somos capaces de abrirle la puerta. Y si le abrimos paso entonces a través de la intuición y a través de las revelaciones se manifiesta lo que hay que hacer sin esfuerzo, sin conflicto.

Estamos condicionados por nuestro funcionamiento neurológico, basado en la elaboración de interpretaciones y conceptos sobre la vida y hemos de pasar al manejo de dicho funcionamiento desde lo que realmente es la vida. La “importancia personal” deriva de una conciencia basada en el ego provisto de creencias, juicios, interpretaciones que no son la verdadera vida. Hemos de pasar de la importancia personal al SER. “Yo soy” es lo único real. Y permitir que la vida ocurra desde ahí. Y cuando la vida comienza a ocurrir desde ahí, la vida comienza a tener sentido pues posee una intención, esa intención es vivir la verdadera vida, repleta de paz, alegría y libertad interna. Así que si tenemos dudas acerca de si estamos viviendo conforme a una vida real y no falsa, comprobemos si cada situación, cada relación, se ajusta a esa intención que viene de arriba, que podemos definir como intención superior. Y no será difícil averiguarlo si comprobamos que se ajusta a una vida vivida desde la quietud, desde la alegría y desde la libertad interna.

Cada vez que lucho no es real, cada vez que tengo miedo, no es real, sino que es el ego y su sistema de creencias el que está operando sin control. Así pues, ha llegado la hora de la VERDAD, ha llegado la hora del SER.

Mi primer libro se basa en el milagro de multiplicación de los panes y los peces con la finalidad de encontrar una metáfora espectacular y práctica para nuestro desarrollo personal, a través de la práctica de 7 Fortalezas. Actualmente, me he dado cuenta de que dicho pasaje del Evangelio tiene una mayor transcendencia de la inicialmente fui consciente. Cuando Jesús pregunta a sus discípulos “¿Cuántos panes y peces tenéis?” en realidad está utilizando un lenguaje metafórico, hay una metáfora sobre la metáfora global. En realidad, les está preguntando ¿Cuál es vuestro Valor? Los panes y los peces representan la NO BÚSQUEDA, representan el hecho de DESCANSAR EN EL SER. Es decir, basta con lo que eres, basta que te centres en tu VALOR y en lo que has conseguido a través del Valor, que mires tu jardín y encuentres ahí la ABUNDANCIA. Se acabó el CONFLICTO, se acabó el compararse con otros, se acabó vivir la vida en clave externa.


Biológicamente y desde el SER, ese impulso vital que representa nuestro VALOR, nuestra alma, NO EXISTEN LOS PROBLEMAS, ya que éstos son una elaboración mental que constituyen una apariencia de realidad. Desde el SER tan sólo existen PROCESOS, la vida es un proceso destinado a MANIFESTAR Y EXTENDER EL VALOR, lo que yo SOY sin mente, sin emoción, de manera natural, desde mi propio BRILLO. En el pasaje del Evangelio al que antes aludía, hay un momento en el que Jesús, una vez que los discípulos han identificado cuáles son sus panes y sus peces, les da una orden: “id y dadles de comer”. Siguiendo con el significado metafórico, en realidad Jesús está diciendo: Id y extender vuestro Valor.